Se hace saber: Que este no es un blog de moda 24horas-365 días al año, que yo la moda a muerte, pero que de viaje estoy …pues eso, de viaje: Ni looks, ni maquillajes , ni historias (bueno la ralla del ojo ocupa poco y siempre queda bien😉)
No esperéis fotos con vestidos espectaculares de leopardo en la sabana ni nada parecido, sino más bien pantalones desmontables del Decathlon, que después de muchos kilómetros una lo tiene claro: En la mochila menos es más, (primer consejo viajero, y gratis🤑) que hasta en el sitio más recóndito hay una lavandería, o como me ocurrió en Tortuguero (Costa Rica) una Mama que tiene lavadora y secadora, y que por un módico  precio te deja la ropa de maravilla para el resto del trayecto.

Pues a lo que iba, que este verano por fin he hecho EL VIAJE, con mayúsculas y subrayado y exclamaciones y todo lo que le queráis  poner, ese con el que siempre has soñado y nunca creías que ibas a poder hacer .

Pedazo Safari a Kenya y Tanzania y unos días en Zanzíbar en la playita (¿cómo os habéis «quedau»? ¿Eh? «Pa»mear y no echar gota)

He de decir que yo de viaje disfruto y mucho, pero además  disfruto antes, mucho antes, me encanta preparar viajes.

Cuando preparo un viaje lo primero que hago es cotillear los catálogos de todas las agencias para ver qué es lo que quiero y no hacer, luego, por supuesto, todas las búsquedas en Internet de vuelos, hoteles, agencias locales, y como no, él boca a boca (alguien que haya estado siempre recordará un buen restaurante o un rincón que no sale en las guías y le impresionó) Copiar y pegar, y ¡hala!¡Qué me voy a hacer el mismo viaje que los de Catai pero por mi cuenta, sin tener que aguantar a ningún grupo que siempre sale  algún  rarito que te fastidia  las vacaciones!

Y por primera vez, mi truco se convirtió en trampa. «¡Joe maridito que he encontrado  un viaje que es la leche! Que incluye volar en globo al amanecer  por el Masai Mara, dormir en un campamento a orillas del Río Mara  y tented camp en el cráter del Ngorongoro! ¡Qué yo esto lo quiero hacer por una vez en mi vida aunque sea, qué me voy a pulir la cartilla de ahorros, pero no me puedo morir sin haber vivido todas esas experiencias! Pues ea, a buscar si había alguna agencia que hiciera descuento en el viaje.

He de decir que ha sido, sino el mejor , de los mejores viajes de mi vida , y eso que una lleva unos cuantos a sus espaldas.

Para empezar en el grupo ni un solo rarito (bueno, Orestes un poco…😜) es más, he tenido la suerte de conocer a gente GENIAL, educada, divertida a más no poder, con los que repetiría sin duda.

El viaje es una pasta, no nos vamos a engañar  pero merece la pena hasta el último euro gastado.

No os voy a contar el viaje día a día porque, como ya habréis intuido, la economía del leguaje no es mi fuerte, pero si un par de anécdotas para abrir boca y algún que otro consejillo.

Primero,  si alguno se anima aconsejo ir de GLAMPING. Esta palabreja, que yo no conocía hasta hace dos días, es una mezcla de glamour y camping, y ¿por qué os lo aconsejo? por lo siguiente: Si viajáis a lodges de construcción , y como no está permitido construir dentro de los parques, tendréis que entrar y salir todos los días de los parques, en cambio los campamentos están permitidos, y lo que es más importante os perderías para mí la mayor parte de la aventura: Estar en tu tienda, en tu camita, con edredón y todas las pijadas a lo victoriano y oír a los leones, o simplemente que pase una hiena (o dos o tres) por la puerta de vuestra tienda a ver si pilla algo, repito, no tiene precio. Además para los miedosos el canguelo y la emoción están asegurados. Que si un ruidito, que si algo se ha movido, que si he visto pasar una sombra…. Que si ponme otro gin-tonic, que no me gustan, pero que ya puestos a viajar en plan pijo me apetece, y además con el pedazo búfalo que he visto a 20 metros de mi tienda, o me tomo un par o aquí no hay quien duerma.

Si alguno se anima a hacer camping del de «toa» la vida, chapeau por él, yo con mi problemilla de espalda descarté desde un inicio dormir en el suelo tantos días seguidos.

Y ahora sí, la Noche de los leones:

Día 5, 12:00 am hora swajili: Dormimos  en el cruce del río Mara; esta vez sí, en tienda iglú, aquí ni glamping ni leches en vinagre. Pues nada, hoy se puede hacer un pequeño safari  a pie: ¡Pues qué bien! y paseando, paseando:  ¡Coño! ¿Pedazo hipo que viene por ahí, no?  El ranger, que para  ser ranger iba pelín despistado, ni se entera, mirando al suelo iba él  (igual se le había caído una moneda el día anterior😜)  pero maridito que está en todo dice: «Hipo»! y  hala, todos a coger piedras para  lanzárselas y salir por patas, pero sin correr, porque estos animalillos que nos parecen tan tiernos en su redondez alcanzan ni más ni menos que los 40kms por hora, ¡ahí es «ná»!

Pues venga, volvemos al campamento, y como para estos viajes exóticos te tienes que poner un montón de vacunas y de paso tomarte el Malarone (también conocido como malmarrone por las diarreas que desata en algunos) pues llegas a comer y dices ¡Ay, qué no me encuentro muy bien! -en plan fina -y justo hoy que tenemos una tienda váter para todos, que no deja de ser un agujero en el  suelo de toda la vida dentro de una  minúscula cabañita de lona asfixiante.

¿Maridito me acompañas? Es que estoy venga a oir a los hipos y me da miedito ir sola (pestañeo, que siempre funciona) Hala, maridito me acompaña y se queda fuera haciendo guardia, no sea que venga el león, el cocodrilo o alguna hiena cotilla.

Bueno, pues a la tarea , y según me acuclillo empiezo a oír: ¡Oliviaaa! ¡Olivia el león!

Y yo: ¿Qué león? ¿¿¿Ahora???😳  (¡No me lo puedo creer! Tengo que salir por patas con el papel pegado al culo y sin subirme los pantalones?)

Esto: ¿Maridito, qué pasa?

No se Oli, date prisa, han salido todos corriendo, se han subido al camión y han encendido el motor! ¡¡¡Se van sin nosotros!!!

¿¿¿Cómo??? ¡No me j#d*s! ¡Vamos!

Parecía que algo muy peligroso nos iba a pasar  pero, ignorantes nosotros, lo más peligroso ya nos había pasado y no nos habíamos ni enterado. En esta zona hay tres simbas kakas, o lo que es lo mismo tres hermanos leones, que no es que estén en el campamento, es que tú estás acampando en su territorio y por la mañana  cuando veníamos sintiéndonos seguros porque habíamos esquivado al hipopótamo resulta que habíamos pasado caminando a tan solo 10 metros de uno de los leones, que gracias a la migración estaba empachado a más no poder (gracias ñus por el  sacrificio, si os sirve de consuelo hay ñus a patadas )

Ya por la noche, y por  mucho ranger que hubiera venido  a vigilar al campamento, el ambiente era de nerviosismo, corría  el gin-tonic más que un sábado por la noche, a ver quién era el listo que se iba el último a la tienda,  finalmente nos metimos en las tiendas y entre el ruido de los hipopótamos , el precipicio con caída al río lleno de «pequeños» cocodrilos y los leones…¡Madre mía!

No se cuánto dormimos aquella noche (yo poco, eso seguro) recuerdo que nadie salió al baño y que más de uno se llevó una botella vacía a la tienda por si las moscas.

Por la mañana todo era felicidad y alegría (y ganas de salir de allí y respirar tranquilos también) desayuno rápido y puesta en marcha, el día nos depararía todavía muchas más aventuras.

HAKUNA MATATA

Prepararé otro post (corto, lo prometo) con el Top Ten del viaje (Noche de las hienas incluida) y algún que otro consejo.

Os dejo unas fotillos para abrir boca , menos mal que una imagen vale más que mil palabras, porque yo hoy me he explayado, pero bien.